Obra 1ª La ronda de noche
FICHA
Título: Ronda de noche. “La compañía del capitán Frans Banning Cocq y el teniente
Wilhem van Ruytenburch”.
Autor: Rembrandt Harmenszoon van Rijn (1606-1669) Su producción
artística fue muy extensa, se conocen unos cuatrocientos cuadros, casi
trescientos grabados y una buena cantidad de dibujos. Este artista es
normalmente recordado por su claroscuro y sus retratos, los cuales conforman
una décima parte del total de su producción. Es por esta razón que se le ha
llamado uno de los “grandes profetas de la civilización”, gracias a su interés
por retratar la naturaleza humana. Pero nos centraremos en el que quizás es el
más célebre de toda su producción, La Ronda de noche.
Fecha: 1642 cuando el pintor tenía unos 34 años
Localización: Rijksmuseum, Amsterdam
Estilo: Barroco holandés. Se trata de un retrato corporativo, típico de la
tradición pictórica holandesa.
Forma: Se trata de pintura mueble, realizada en óleo sobre lienzo, que
posteriormente fue barnizada para que estuviera protegida.
Medidas: 3,59 x 4,38 metros (originalmente mayor)
Método: Obra realizada al óleo mediante pincel
La ronda de noche o La ronda nocturna es el nombre por el que se conoce
comúnmente una de las más famosas obras maestras del pintor Rembrandt,
pintada entre 1640 y 1642 el lienzo mide 3,79 metros de largo por 4,54 de alto y pesa 170 kilos. Este cuadro es una de la joyas de la exposición permanente Rijksmuseum de Ámsterdam,
pinacoteca especializada en arte neerlandés
Sobre el título
![]() |
El capitán Frans Banninck y el teniente Willem van Ruytenburgh |
Aunque
el título del lienzo como La ronda de noche está
históricamente consolidado y admitido, su nombre original fue La
compañía militar del capitán Frans Banninck Cocq y el teniente Willem van
Ruytenburgh . Éste, que quizá fuese su verdadero título, fue
descubierto gracias a la inscripción hallada en un boceto preparatorio. La
escena se desarrolla al aire libre, pero no de noche como reza el título sino
que se oscureció con el paso del tiempo y por eso tiene en la actualidad ese
aspecto nocturno; de hecho, hasta el siglo XIX no se la conoció como La Ronda
de Noche, sino como La Milicia del capitán Frans Cocq.. El cuadro fue llamado
en el siglo XIX Patrouille
de Nuit por la crítica francesa, de ahí el nombre por el que se le conoce
popularmente. La razón de este título
surge de una equivocada interpretación crítica del cuadro, debida a que, en esa
época, el cuadro estaba tan deteriorado y oscurecido por la oxidación del barniz y
la suciedad acumulada, que sus figuras eran casi indistinguibles, y parecía una
escena nocturna. Este hecho, sumado a que en esa época ya no había rondas de
día pero aún se mantenían las nocturnas, explica el título asignado.
Al
estallar la II Guerra Mundial, en 1940, el cuadro fue escondido para evitar que
los nazis lo robaran. En 1942 fue enviado a Maastricht, al sur del país, a 35
metros bajo tierra. En 1945 regresó a Ámsterdam tras la liberación. Después de
su restauración en 1947,
se eliminó este barniz oscurecido, y se descubrió que el título no se ajustaba
a la realidad, ya que la acción no se desarrolla de noche sino de día, en el
interior de un portalón en penumbra al que llegaba un potente rayo de luz que
iluminaba intensamente a los personajes que intervienen en la composición.
La
compañía de arcabuceros representada era una milicia de carácter civil cuyo
trabajo consistía en defender la ciudad de cualquier ataque, y mantener la ley
y el orden en las calles. Pero para la época del cuadro, este trabajo era
mayormente ceremonial, se vestían y desfilaban en sus atuendos de milicia sólo
en días festivos, y solían reunirse para celebrar banquetes. Existía una tradición por parte de estas
compañías de milicianos, de encargar retratos de grupo para colgar en las
paredes de sus lugares de reunión (en este caso el Cuartel de la Guardia Cívica
de Ámsterdam). En este tipo de cuadros se representaba a los milicianos
alineados, ordenados y claramente representados. Como cada uno de los
representados pagaba su retrato de manera individual, el artista debía
integrarlos a todos de manera visible, por lo cual el resultado era muy formal,
estático y poco natural. Pero Rembrant rompe con este estereotipo de cuadro a
la carta y realiza una composición que se aleja totalmente de la tradición. Lo
hace como si fuera un gran cuadro histórico, representa un “hecho” y lo carga
de drama y trascendencia, introduce más integrantes de los “paganos” para dar
sensación de multitud, le da vida a esa multitud convirtiendo a los
“personajes” en “actores del hecho representado”, dota al cuadro de unas
dimensiones bastante más mayores que lo habitual, en una palabra Rembrant
sorprende con la utilización de estos elementos que dinamizan el cuadro y que
confieren una nueva dimensión.al retrato colectivo de tanta tradición en la
sociedad calvinista del siglo XVII
![]() |
Esta es la Compañía del capitán Reyner Reael
de FransHals. Observad las diferencias simetría
orden,estatismo, retratos, claridad, etc..Esta era la
estructura convencional de los retratos de grupo
|
Varias son las obras de este tipo que se conservan, pero
ninguna supera a esta obra por el realismo con el que está pintada, captando a
la perfección los rostros de los milicianos diseminados en esa vorágine de
luces y sombras, de gestos, movimientos y actitudes de vida que convierten a los
personajes en piezas de un puzzle artístico
organizado en torno a un núcleo central, en este caso, las figuras del
capitán y el teniente de la compañía.
A pesar de ser una obra maestra, cuando fue
presentada en Amsterdam tuvo una fría acogida por parte de la crítica; La ronda
de noche no agradó a los contemporáneos de Rembrandt, porque hería las
convenciones de su gusto. Si a esto
añadimos la muerte de su esposa, Saskia, comprenderemos por qué el año 1642 no
fue nada bueno para el pintor, que iniciaba entonces un periodo de cierta
decadencia, llegando incluso a la
bancarrota. Incluso tuvo que
vender la tumba de su ex esposa Saskia, para poder pagar
el entierro de su segunda esposa y tercera
pareja Hendrickje Stoffels Pero su obra le ha sobrevivido a él y a
sus detractores, y le sitúa, por encima de las contingencias y miserias de su
época, en un puesto de honor en la historia universal de la pintura.
Representación
La obra fue encargada
por la Corporación de Arcabuceros de Ámsterdam para decorar el 'Gran
Salón', del Cuarte sede de la milicia. Debido a esto, Rembrandt usó
monumentales dimensiones para el lienzo.
Rembrandt ha
representado a la guardia cívica en un portalón a la salida de un palacio con
columnas, al pie de una escalinata, y en el momento que precede a la formación
y puesta en marcha del grupo, cuando sus componentes llevan a cabo los últimos
preparativos de armas y pertrechos y se disponen a atender las órdenes del jefe. En ella aparece la milicia del capitán Frans Banninck Cocq en el momento en
el que éste da la orden de marchar al alférez Willem van Ruytenburch. Detrás de
ellos aparecen los 18 integrantes de la Compañía, que protegía el bienestar y la libertad de los ciudadanos holandeses, ponían
orden en las calles, cerrando puertas y velando por la tranquilidad ciudadana, por
lo que era muy apreciada.

Al transformar,
Rembrant, el retrato en “acontecimiento” y a los personajes en “actores”, no
todos quedaron satisfechos. Rembrandt no había respetado jerarquías y no había
dado a todos los milicianos el mismo grado de ostentación, ya que priorizó las
razones plásticas.
Y al ser la compañía
de arcabuceros una institución municipal, La ronda de noche, sigue
siendo propiedad del Ayuntamiento de Ámsterdam, que actualmente cede al
Rijksmuseum en préstamo de uso sin contraprestación económica.

Personajes principales
Se han
identificado a la casi totalidad de los 28 personajes que aparecen en el cuadro
(30 antes de un desafortunado recorte,
además de tres niños y un perro). Entre todos destacan:

Teniente
Willem van Ruytenburch o van Ruytenburgh (1600-1657): teniente
de la compañía, es el que recibe la orden de preparar la compañía para la
formación. Ruytenburch era de baja estatura, y, para que no quedara muy
disminuido junto al gigantesco capitán Cocq, Rembrandt lo realza empleando en
su uniforme un tono amarillo al que hace vibrar iluminado por un rayo de sol.
![]() |
Retrato de Saskia van Uylenburgh |

cualidad, muchos críticos ven en la niña un retrato de Saskia van Uylenburgh (1612-1642), primera esposa del pintor, que murió prematuramente en el año en que fue pintado el lienzo, posiblemente de tuberculosis. Saskia era habitual modelo de muchos de los retratos del autor. Viste un traje amarillo limón y en la cintura le cuelga un gallo blanco con pinceladas azules —relacionado con las garras, símbolo de la compañía de arcabuceros, su emblema—, que Rembrandt representó de esta singular manera, en sustitución del habitual blasón de este tipo de retratos colectivos.. También podría, según otros entendidos ser una niña, por su tamaño y los ropajes. Pero por el lugar donde se encuentra, podría tratarse de una de las “vivanderas” adultas que acompañaban al ejército para hacerles compañía (esta forma de representar puede que sea por la costumbre medieval de retratar a los personajes secundarios más pequeños que los protagonistas). También han observado que lleva un saquito, como el que llevan los soldados para la pólvora; los colores del traje, también guardan relación con los colores del escudo de esta milicia. Asimismo cabe otra posibilidad, y es que fuese una portaestandarte, por lo que si sería una niña, ya que los niños si eran utilizados para ello en los desfiles de las milicias.
Personajes
secundarios
![]() |
Jan Pietersen Bronchorst |
![]() |
Jan Visscher Cornilissen |
En definitiva es un verdadero
simbolismo hecho pintura, y un eterno icono histórico reflejo de una época
concreta. Al representar a esa Holanda republicana, burguesa, comercial y
mercantil. Como lo demuestran los hombres representados prueba de que sólo los
ciudadanos acomodados podían formar parte de la milicia, al poder pagarse sus
propias armas. Y esos ciudadanos acomodados eran los comerciantes, los
burgueses centrados en los negocios.
Estructura
Rembrandt
se apartó de lo convencional, evitando una escena estática y formal, y
generando, en cambio, una de acción, más del gusto del Barroco imperante.
Rembrandt de mayor importancia al desarrollo de la acción que a la fiel
realización de retratos de los personajes que aparecen. Presenta al grupo de
forma espontánea y libre, captado en un instante, como si se tratase de una
fotografía. Hay enorme animación y ruido, cada uno hace cosas distintas, en las
más variadas actitudes y posturas: Banning Cocq le dice a su teniente que de la
orden de marchar. Detrás, la compañía se pone en acción. El sargento gira la
cabeza, el portador del estandarte levanta la insignia, el tambor empieza a
tocar, un perro ladra, y el chico que está a la izquierda empieza a correr. El
espectador tiene la sensación de que ha llegado en el momento justo para
presenciar ese tumulto. Todo en el cuadro es movimiento. Hay un grupo central
que está saliendo y hay otro detrás que lo sigue. Todos realizan algo, el
movimiento es continuo configurando un grupo lleno de vida.. Los soldados parecen
apurados para embarcarse en una misión (qué tipo de misión, o si se trataba de
un patrullaje ordinario es todavía motivo de discusión). Este ordenamiento caótico
es completamente original y constituye un nuevo modo de concebir el retrato
colectivo.
Su
estilo causó la contrariedad de algunos miembros de la milicia, que por su
ubicación en el fondo de la escena son difícilmente distinguibles. A diferencia
de cuadros de la misma temática, en que la disposición de las figuras siguen un
orden jerárquico preciso, el pintor basó la colocación de los personajes
únicamente en razones plásticas. Los rígidos cánones de los retratos
corporativos sólo traducían rutina y convencionalismo e imposibilitaban la
expresión personal y dramática.
El
centro de la composición lo forman el capitán y el teniente, Rembrandt creó la ilusión de que el
capitán y el teniente están saliendo del marco, ambos tienen la parte posterior
del pie levantada, y la mano de Banning Cocq así como la lanza de van
Ruytenburch, se proyectan hacia delante.
El
resto de personajes está organizado en grupos triangulares, donde predomina un movimiento curvo. Unas figuras son muy
visibles, pero otras desaparecen en la penumbra y sólo vemos sus cabezas. Los
personajes están colocados en cuatro planos de profundidad; existen multitud de
líneas, con predominio de las diagonales y el zig- zag para dar dinamismo. La
composición aparentemente desordenada está en realidad construida de un modo
racional según los dos ejes medios del rectángulo que conforma el lienzo:

Eje vertical:
Determina la posición del capitán con su traje negro, que se ve apoyado por la
figura aneja del teniente, éste de amarillo claro. Esta dos figuras hacen que
la escena quede centrada, girando a su alrededor el resto de componentes.
Las diagonales que forman la larga
lanza y el asta de la bandera se cruzan en el centro luminoso de la escena,
encuadrando los tres grupos de personas con una línea imaginaria, quedando los
dos mandos de la compañía, en la intersección de las dos diagonales, en la posición preponderante de la escena.
La
sensación del espacio aparece en diferentes niveles: el de la penumbra del
portalón, el de la calle radiante de sol y el del observador, se asemeja a
otros juegos compositivos típicamente barrocos como se pueden encontrar
en Las Meninas de Velázquez o en El jardín del amor de Rubens.
Desde
luego la composición es muy compleja, por un lado hay líneas que nos llevan a
fijar la atención en los personajes principales, pero inmediatamente surgen
otras líneas trasversales que desvían esa atención hacia otros puntos del
cuadro produciendo un movimiento continuo de la mirada como si siguiéramos el
movimiento de todos los participantes en el cuadro y quisiéramos entrar a
formar parte de la compañía iniciando con ellos la ronda.
Color y luz
El
dibujo, apenas esbozado, queda disminuido por los juegos de luz y sombra y el
color que adquieren una importancia sustancial a lo largo de toda la
representación, ya que difuminan y hacen poco nítidos los contornos de las
diferentes figuras. La luz es la auténtica protagonista, la utiliza para
componer el cuadro. Los juegos de luz y sombra recuerdan la influencia
del tenebrismo de Caravaggio,
Rembrandt usa el tenebrismo y el claroscuro,
creando fuertes contrastes entre zonas de penumbra dorada y otras fuertemente
iluminadas que ciegan y deslumbran (la
niña del gallo en la cintura) con un juego continuo entre la penumbra y la luz.
La luz
proviene de la izquierda, según la dirección de las sombras proyectadas, pero a
veces parece emanar del interior de las figuras, como en la niña del centro. Esta luz, a pesar de su
concepción realista, no actúa uniformemente, sino que ilumina y destaca a
ciertos personajes y relega a otros a la sombra, parece irreal. La iluminación
es la gran protagonista de este cuadro, porque crea una atmósfera mágica y
misteriosa de penumbras doradas, sombras envolventes y luces cegadores.



El
color está aplicado con pinceladas anchas, espontáneas y pastosas. El
cromatismo del lienzo se desarrolla en tonos cálidos de las tierras y los ocres
dorados, con las excepciones, antes mencionadas del rojo del echarpe de
capitán, o del soldado del largo arcabuz a su derecha, del blanco ocre de la
chica, detrás, y del uniforme del lugarteniente, así como los cuellos y puños.
Usa tonalidades opuestas para producir un mayor contraste tanto entre los personajes,
como entre las prendas del mismo personaje, el negro riguroso del capitán
resalta el blanco de su golilla o incluso el tono dorado de la penumbra en un
claro contraste con las caras iluminadas. Desde luego el autor está muy
interesado en resaltar los detalles de las figuras situadas en primer plano a
través de esos recursos estilísticos.
Las
figuras que vemos en segundo plano están más difuminadas y dan la impresión de
que existe aire y polvo entre las figuras.
Rembrandt
pinta sin apoyo del dibujo que pierde importancia frente al color. Los
contornos están diluidos. El cuadro está constituido sobre todo por la luz y el
color.
Ubicación
El
emplazamiento original, como ya hemos dicho, para el que fue pensado el lienzo
fue el Gran Salón, del Kloveniersdoelen, sede municipal de la
Compañía de Arcabuceros de la capital holandesa. Este edificio fue destruido y
reemplazado a mitad del siglo XIX por el actual hotel Doelen. En 1715, La ronda de noche se trasladó a
la sala del Consejo de Guerra del Ayuntamiento de Ámsterdam. Sus grandes
dimensiones hicieron que fuese mutilado en esta época cuando le fue cortada una
franja en el lateral izquierdo y superior, eliminando a tres de los personajes
de la escena. Esto se conoce porque se han encontrado copias de la obra
original que datan de antes de 1715, y entre las cuales destaca una que se
encuentra en la National Gallery de Londres

Durante la II Guerra Mundial, para salvar el patrimonio artístico durante el conflicto,
los fondos más importantes del Rijksmuseum fueron depositados en
diferentes búnkers denominados Refugios Nacionales construidos en
unas dunas,
estuvo oculta durante cinco años siendo su último emplazamiento un búnker en el
subsuelo de la capital de Limburgo. Fue separada de su marco y
enrollada en un cilindro. . En 1942 los cuadros se volvieron a trasladar a refugios en Steenwiik y Maastricht.
Finalmente La ronda de noche en 1945 volvió a
Ámsterdam, siendo restaurado en el taller del Rijksmuseum.
Curiosidades

La comisión de IV centenario del nacimiento
de Rembrandt expuso en la plaza de Rembrant de Ámsterdam junto al busto del pintor, las réplicas
de los personajes del cuadro, esculpidas por Alexander Taratynov y Mijail Drónov. Al
finalizar esta conmemoración las estatuas serán trasladadas para permanecer en
los jardines del castillo de St. Gerlach, cerca de Maastricht.
También en homenaje, en el año de esta
conmemoración, el director de cine británico Peter Greenaway rodó
un película dedicada al cuadro titulada Nightwatching, protagonizada
por Martin Freemen en el papel de Rembrandt
y Emily Holmes como su
segunda esposa, Hendrickje. Se presentó en el Festival Internacional de Cine de Venecia de 2007 y su estreno comercial en los Países Bajos
fue en enero de 2008.
La música también ha mirado al lienzo en
busca de inspiración como el segundo movimiento de la Sinfonía nº 7 de Gustav Mahler
o las canciones Night Watch de King Crimson o TheShooting Company of Captain Frans B. Cocq del grupo Ayreon.
Comentario

La ronda de noche es uno de los cuadros más
representativos de la obra pictórica de Rembrandt, por las novedades
compositivas y técnicas que aporta. Es la aportación del genio holandés a la
pintura barroca. No es el único retrato colectivo que realiza Rembrandt, y
aunque relevantes, el autor prefirió los retratos unipersonales y de pequeñas
dimensiones (entre ellos sus autorretratos). El uso de la disposición aparentemente descuidada y la
distribución de elementos para centrar la atención del lienzo es otro recurso
estilístico utilizado por Rembrant, pero común en otros artistas de la época en
sus cuadros colectivos, como Velázquez o Rubens
El barroco fue una época de alegorías y
emblemas, etc. Muchos de ellos los podemos encontrar en la obra de
Rembrant y de, cuando menos, difícil explicación. Aquí os muestro alguno de
ellos donde el carácter simbólico es innegable, pero la explicación podría ser
múltiple:

*.-
Hay una sombra muy significativa de la mano de Banning Cocq sobre el
bajo vientre de Willem. ¿qué quiso expresar el pintor? Fijaos que la luz
no viene de tan arriba para provocar esa sombra de la mano que parece señalar. El
hecho de que el pulgar y el índice de la sombra de Banninck Cocq apunten hacia
el león con el escudo de armas de Ámsterdam, cosido en la casaca amarilla de
Ruytenburch, ¿quiere decir algo?. Puede ser un nimio detalle con el que
Banninck Cocq señala que Ámsterdam se encuentra segura gracias a su protección.
Banninck Cocq señala que Ámsterdam se encuentra segura gracias a su protección.
*.- El guante sostenido por Banninck Cocq,
parece que con negligencia y disgusto. Algunos ven en esto un símbolo de
desafío, el capitán muestra su guante y está dispuesto a desafiar al enemigo
inmediatamente. En definitiva un símbolo de que él y su compañía se toman muy
en serio la protección de la ciudad. Pero bien observado el guante, ¡fijaos! Es
el de la mano derecha que ya la tiene enguantada sosteniendo una vara de mando,
mientras que es la mano izquierda la que no tiene el guante. ¿error?, ¿es
voluntario? ,¿en tal caso, de quién es?
¿y qué está haciendo aquí? ¿Qué es lo que ocurre? Auskalo!

*.- ¿No resulta peculiar que haya una
diferencia de estatura tan notoria entre ambos sujetos? Willem van Ruytenburch
apenas alcanza la garganta de Banning-Cocq. Ciertamente, el simple decoro
hubiera podido igualar la altura de ambos hombres o minimnizarla. De esta forma.
Willem parece degradado al ser representado tan bajo.
*.- En el lienzo hay exactamente 13 picas; el
trece era número de mala suerte a mediados del siglo XVII. ¿Accidental?

*.- En el centro, entre el capitán y el
teniente, de la composición hay un hombre que hace un gesto ambiguo con la mano
a la vez que parece mirar al capitán: ¿está evitando el disparo, desviándolo o
contribuyendo al mismo, es decir, propiciándolo?
*.- Todos o casi todos los personajes del
lienzo tiene la cabeza cubierta con sombrero: los mosqueteros con penacho de
plumas, otros con sombreros altos tipo capotain, otros chambergo, etc.. Quiere
Rembrant con ello representar que la defensa de la ciudad es competencia de
todos los ciudadanos sin distinción de clase.

El tema general, que
utiliza Rembrant, no era, en principio, innovador y sí acorde con los gustos
tradicionales de la pintura holandesa. Pero, paradójicamente, a través de la trasgresión de las normas
institucionalizadas y convencionales del retrato en grupo, realiza una
auténtica revolución, tanto por la disposición novedosa y atrevida de los
retratados como por el dominio técnico del pincel, y convierte un
acontecimiento normal de la vida holandesa en un hecho grandioso pasando el
cuadro de ser un retrato grupal a un lienzo histórico y grandioso en la línea
de otros como “La rendición de Breda” “La libertad conduciendo al pueblo” o
·”La carga de los mamelucos” y continuando la gran tradición pictórica europea,
católica y mediterránea, con la que precisamente habían roto los pintores
holandeses de la época.
El pintor en esta
obra demuestra que es espíritu libre dentro del panorama pictórico flamenco del
siglo XVII. Al mismo tiempo muestra algunos rasgos precursores modernistas (no
en vano se le ha llamado el pintor de la luz dorada) y dejó una notable huella
en pintores posteriores que han dado primacía al color sobre el dibujo en
el siglo XIX como Delacroix o el mismo
Goya o en el movimiento impresionista de las vanguardias modernistas.
Georg Simmel, filósofo y sociólogo
alemán escribió de él que fue "Capaz de
representar no lo que existe, sino la existencia" Para él tenía más importancia la veracidad y la
sinceridad que la belleza clásica y de ahí su modernidad.