sábado, 16 de enero de 2016

COMENTARIOS VI

Dedicado especialmente a Araceli e Isabel
Obra 1ª.-Teatro romano de Mérida

Teatro romano de Mérida
Teatro de Mérida

   El teatro romano fue una construcción típica del Imperio, en todas las provincias, cuya finalidad era la interpretación de obras dramáticas, griegas y latinas. Al principio los primeros teatros se construyeron en madera y adobe; éstos se derribaban después de que el acontecimiento para el cual fueron erigidos concluyera. Una ley impedía la construcción de teatros permanentes. Con el paso del tiempo y desde el siglo I a.C., los teatros romanos desarrollaron características específicas. La mayor parte de los teatros romanos conservados siguen el modelo arquitectónico propuesto por Vitrubio.
  Su construcción entraba dentro de la política de romanización de los pueblos conquistados por Roma y por esta razón se construyeron teatros, anfiteatros, circos, foros y templos con similares características a lo largo de todo el Imperio. En Roma, el teatro es un acontecimiento civil, donde se acude a contemplar obras exclusivamente literarias, lo que difiere del sentido religioso que se le concedía en Grecia.
   El Teatro romano de Mérida es un teatro  levantado en la colonia romana de Emerita Augusta, actualmente  Mérida. 
Su creación fue promovida por el cónsul Agripa, amigo, colaborador y yerno del emperador Octavio Augusto, cuando la Colonia fue promovida como capital provincial de la Lusitania. Y aunque los romanos no eran muy aficionados al teatro, una ciudad de prestigio no podía dejar de contar con un edificio para los juegos escénicos. Según una fecha inscrita en el propio teatro sobre las dos puertas de acceso a la orchestra, su inauguración se produjo hacia los años 16-15 a. C.
   El ilustre Menéndez-Pidal dirigió su reconstrucción, denominándolo como el «Príncipe entre los monumentos emeritenses». El teatro es Patrimonio de la Humanidad, según la Unesco como parte del Conjunto arqueológico de Mérida. 
 Ante tan larga existencia, y al estar totalmente expuesto a las inclemencias meteorológicas, al igual que otros edificios romanos de la ciudad es normal que haya sufrido varias varias remodelaciones a lo largo de su historia, entre ellas hay que destacar la que se produjo durante el gobierno del emperador Trajano (105 d.C.), cuando se levantó el frente escénico actual, que cuenta con tres vanos por donde acceden los actores al escenario. Y otra remodelación importante, en época de  Constantino I, entre los años 333 y 335 y en los que se introdujeron nuevos elementos arquitectónicos-decorativos, se pavimentó la orquestra, así como una calzada de cemento y se modificaron las puertas. Posteriormente y como consecuencia de la oficialización en el Imperio romano de la religión cristiana, tras el Edicto de Tesalónica, en el 380 d.C. con el emperador Teodosio, el teatro fue abandonado (Estuvo en uso hasta la segunda mitad del siglo IV) ya que desde la nueva religión se consideraba inmorales las representaciones teatrales.
Fotografía del teatro romano de Mérida 
1867. Solo son visibles las ruinas de la
 summa cavea, llamadas popularmente
 «Las siete sillas».
   Con el paso del tiempo algunas de sus partes se derrumbaron y otras se cegaron con tierra. Y durante siglos únicamente fue visible la parte superior de su graderío, la “summa cavea” con las bóvedas de los vomitorios hundidos, por lo que los habitantes de la ciudad creyeron ver siete grandes asientos, y fueron bautizadas «Las Siete Sillas», donde según la leyenda se sentaban otros tantos reyes moros para deliberar sobre el destino de la ciudad.
Las excavaciones arqueológicas en el edificio comenzaron a principios del siglo XX, en 1910. Con escasos medios y una metodología no del todo adecuada; se exhumaron la mayor parte del edificio, se documentaron numerosas columnas, cornisas, estatuas y otros materiales del edificio, y sobre todo del frente escénico, que se reconstruyó bajo la dirección del  arqueólogo José Menéndez-Pidal, entre los años 60 y 70.
Desde 1933  el teatro alberga la celebración del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida. En 2007 el teatro fue nombrado uno de los 12 tesoros de España
Historia
   La construcción de teatros en la Antigua Roma respondía más a intereses políticos que a los gustos del pueblo romano, que prefería acudir al circo a ver carreras de carros y anfiteatro ver combates entre gladiadores y animales. Pero las autoridades desde los teatros, a través de las obras teatrales, realizaban una eficiente propaganda del poder político, de sus logros y del modo de vida romano, y para ello tan importante como el mensaje propagandístico que desde su escenario se podía transmitir era el mostrar la majestuosidad del edificio, su decoración y su relevancia arquitectónica.
  El Teatro Romano es, sin duda, el monumento más representativo de Mérida. Actualmente y al celebrarse el festival del teatro clásico desde el año 1993 y el carácter internacional que éste ha tomado podemos decir que el teatro de Mérida ha recuperado su función original y va más allá de ser un simple monumento llamativo por su ornamentación. A día de hoy, sigue siendo un lujo poder disfrutar de una representación teatral en una noche de verano en el mismo lugar donde ya se hacía hace más de dos mil años.
Descripción

 
Planta del teatro
 El edificio responde a un modelo típicamente romano, según los escritos de Vitrubio. Pertenece al llamado "tipo mixto", es decir, alzado parte en el aire y parte excavado en el monte. Ya  que no está ni totalmente resguardado por un declive montañoso, como el resto de los teatros griegos, ni todo exento, como los teatros romanos

El teatro se encuentra dentro de la ciudad romana, junto a la muralla. El graderío (cávea) semicircular del teatro aprovecha la pendiente del cerro de San Albín, lo que abarató sustancialmente los costes de su fábrica y a la vez protegía a los espectadores del viento. El resto se erigió en obra de hormigón forrada de sillares. Con una capacidad, en su momento, para 6000 espectadores, Actualmente su capacidad se ha reducido a la mitad. Éstos se distribuían de abajo a arriba en gradas según su rango social. Tiene un diámetro de casi 96 m. A estas gradas se accedía mediante 13 puertas que comunicaban con los vomitorium. En su centro y parte más baja se sitúa la orchestra  también semicircular de 30 m. de diámetro.  Además de las 13 puertas de acceso al graderío, tiene dos más para entrar en la escena (parodos), todas ellas con pasillos abovedados.  
Gradas (Cavea ima,media y summa)

   Las gradas se dividen en tres zonas: ima caveamedia cavea y summa cavea, esta última muy deteriorada en la actualidad y todas ellas separadas por pasillos y barreras, y a las que se llegaba por escalerillas situadas de manera radial. Para acceder a los vomitorios o accesos se establecieron una serie de pasillos (praecintores). 

Poedria
   La parte inferior, en la que se situaban las clases sociales más acomodadas, tiene veintidós filas de asientos (gradas) y se subdivide en cinco sectores radiales (cunei) delimitados por escaleras y, a nivel horizontal, por un corredor (praecintio) que lo separa de las graderías superiores. Se modificó en época de Trajano, erigiendo en su centro un espacio sagrado (sacrarium) de culto imperial rodeado de una baranda de mármol. Delante de la  cavea ima vemos tres gradas más anchas y bajas (poedria), delimitadas con un murete semicircular de separación o "balteus" y desde donde los magistrados y sacerdotes de la ciudad disfrutaban del espectáculo sentados en sillas móviles. Aquellos accedían a sus escaños desde las grandes puertas laterales ubicadas en ambos extremos. Sobre éstas puertas se hallaban las tribunas de los magistrados que costeaban el espectáculo.

   
Cavea vista desde la valva regia
Seis puertas en su parte superior dan acceso a un corredor semicircular cubierto por una bóveda anular que facilita la entrada y salida por dos puertas en sendos extremos. Las caveas media donde se asentaba la plebe libre y superior para esclavos y clases más desfavorecidas, poseen cada una cinco filas de asientos (gradas) y están sustentadas por un complejo sistema de arcos y bóvedas de cañón. En total, en el exterior trece puertas facilitaban el acceso y evacuación de los asistentes al teatro. La orchestra es un espacio semicircular pavimentado de mármoles blancos y azulados, fruto de una reforma tardía, y destinado al coro. Está separada del graderío por un antepecho de mármol (balteus), del cual se conserva un fragmento. En su frente hay un murete,
el frons pulpiti que alterna exedras circulares y rectangulares y la separa del escenario.

   
Procenio
El proscenio rectangular, el escenario o pulpitum de 63 metros de longitud y 7,5 metros de profundidad, estaría pavimentado de madera en la Antigüedad y cuenta con varios orificios en el suelo que originalmente servirían para colocar los mástiles del telón y demás infraestructuras escénicas o tramoya. 

   El frente de la escena (scaenae frons) es la parte más espectacular y característica del teatro. Está formada por tres tramos no alineados, con lo que se consigue un fuerte contraste de luz y sombra.  Tiene, 63 de longitud y unos 30 m de altura total; está formado por un basamento de sillares de 2,5 m. de altura recubiertos de  mármol rojizo sobre el que reposan dos cuerpos de columnas de orden corintio que combinan el mármol de vetas azuladas de sus fustes con el blanco de basas y capiteles. Estas columnas sustentan un entablamento con arquitrabe, friso y cornisa, ricamente decorados. Un gran muro revestido de mármol cierra la parte trasera de la escena. La decoración de esta parte se completa con la disposición de esculturas entre las columnas —los originales se custodian en el  Museo Nacional de Arte Romano de Mérida — son de los dioses Ceres, Plutón, Júpiter y Proserpina, así como de otros personajes con togas y corazas que se han interpretado como retratos imperiales. Tres puertas permiten la entrada de los actores a escena, una central — valva regia de forma cóncava y gran tamaño y dos laterales —valva hospitalia— de forma rectangular, adinteladas y pequeño tamaño. La central, la valva regia, remata en dintel sobre el que se asentaba la estatua sedente de la diosa Ceres (o Livia, la mujer de Augusto, deificada). Desde la coronación del frente escénico pendería una marquesina de madera para mejorar la acústica del recinto, ya de por sí excelente. 
   
Riqueza de materiales
Entablamentos decorados
Se conoce con mucha exactitud su parte decorativa: la cavea estaba revestida de sillares de granito; la orchestra, rodeada por sus gradas y su balteus de mármol blanco, tenia el suelo cubierto con losas cuadradas de mármol azulado, con bandas rojas entre ellas; la frons scaenae mostraba un zócalo de placas rojizas, columnas azuladas, y cornisas, capiteles y estatuas blancos. Todos los materiales proceden de canteras próximas.
   En los laterales y la parte posterior existen varias dependencias que eran usadas por los actores y por los técnicos de las representaciones.
Peristilo

Peristilo
Tras la escena se construyó una zona ajardinada de planta cuadrangular rodeada de columnas y pórticos, con hornacinas que fueron decoradas con estatuas de miembros de la familia imperial, el peristilo, que se usaba como área de esparcimiento. Al fondo de este jardín, en eje/línea con la puerta central de la escena (valva regia) y el espacio sagrado de la ima cavea, se halla un pequeño espacio sagrado o sala con una mesa de altar dedicada al culto imperial (aula sacra), según se deduce del hallazgo de un retrato escultórico del emperador César Augusto, suegro de Agripa, ataviado como Pontífice Máximo. 
Pinturas de las habitaciones
absidiales

 
Casa del teatro. Casa Basílica
 En la esquina norte del peristilo, elevadas sobre el nivel del jardín, están las letrinas, y al oeste los restos de una casa construida tras el abandono del teatro. Esta residencia llamada “la casa del teatro” cuenta con un patio rodeado de columnas y pilastras y varias habitaciones, algunas rematadas con forma de ábside y la mayor de todas con pinturas murales que representan figuras humanas a tamaño natural. Tras su descubrimiento se creyó que las estancias dotadas de ábsides con ventanas en sus cabeceras, formaban parte de una iglesia donde se reunía una de las primeras comunidades cristianas, de ahí que la denominase “Casa-Basílica”
.

   
Habitación absidial
Algunas de sus estancias conservan restos de mosaicos decorados con temas geométricos y de lazadas vegetales. Otras estuvieron enlosadas con mármol. 
Las paredes, enlucidas con pinturas, en lo conservado están decoradas con imitaciones de incrustaciones de mármol en los zócalos y, en la zona del ábside, sobre pedestales, se conserva el tercio inferior de personajes, quizá unos sirvientes, vestidos con túnicas de colores y decoradas con brocados.    
Mosaicos geométricos
El Peristilo se sigue utilizando como zona de recreo y lugar de encuentro para los espectadores tras la función. También está abierto a todo el público que desee relajarse tomando una copa o paseando por la única terraza que es Patrimonio de la Humanidad. 

Instantes de la representación del espectáculo 'Medea',
 con Ana Belén, del 2015
  
El pasado año 2015 se cumplieron 2.000 años desde la inauguración del teatro de Mérida, en el año 15 antes de Cristo. Se celebró la 61 edición en la que la mujer y el teatro en su más pura esencia fueron sus protagonistas. La voz femenina sonó alta y clara en las propuestas escénicas, con títulos tan emblemáticos del teatro grecolatino como Medea, Antígona, Cleopatra o La asamblea de mujeres, entre otras representaciones. 
Está considerado como una de las construcciones que mejor representan los sólidos modos y armónicas formas de la época de Augusto, y es de los mejor conservados del mundo.

   

2 comentarios:

  1. Si vamos nos fijaremos bien. Das muchos detalles que son interesantes

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  2. Jose nos ha hecho mucha ilusión que te acuerdes de nosotras. Cuando vayamos veremos todo eso que cuentas en el blog. Es muy interesante

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